miércoles, 2 de abril de 2008

Por la III República


La lucha por la III República es una reivindicación sentida ya por miles de ciudadanos, como demuestra la creciente participación popular en cuantas convocatorias se realizan, gracias, al esfuerzo militante de muchos/as, que ha conseguido romper la barrera del silencio de los grandes medios de comunicación. El sentimiento republicano crece y aumenta paralelamente la inquina antidemocrática de las instituciones llamadas a preservar los valores del régimen monárquico.

Las diferencia sociales en nuestro estado se acrecientan. Mientras una minoría se hacen de oro, especulando con las necesidades sociales de la mayoría, millones de ciudadanos / as ven amenazado su futuro por un régimen para el que no existe mas realidad económica que la que marca las bolsas de valores y el bolsillo del gran capital.

El crecimiento económico no ha hecho sino aumentar la polarización social: aumenta el paro y se mantiene la precariedad laboral, cada día mueren tres trabajadores en accidentes, ante la impunidad empresarial y la pasividad de los juzgados, que se han cebado sin embargo en decenas de sindicalistas y activistas sociales y políticos a los que se ha abierto procesos penales por participar en manifestaciones o en piquetes informativos, con solicitudes de hasta más de tres años de prisión. En Asturies, 14 jóvenes antifascistas, que participaron en una protesta contra un acto racista y xenófobo del partido fascista “Democracia Nacional” se enfrentan a peticiones fiscales de prisión, desde aquí exigimos la retirada de dichas acusaciones y la libre absolución, sin cargos, para todos y cada uno de ellos.

Uno a uno, los derechos cuyo reconocimiento fue la excusa para hacer aceptable la transición, han sido quemados en el altar de los beneficios empresariales de una oligarquía insaciable. El precio de la vivienda ha alcanzado techo creando un inmenso problema social agravado por el aumento de tipos de interés, lo que impide ya a miles de personas, jóvenes en su mayoría, hacer frente a las hipotecas; todo ello mientras los grandes grupos especulativos de la construcción han puesto el dinero robado a espuertas a los ciudadanos a buen recaudo, invirtiendo en negocios como la energía o los servicios públicos, etc, etc.

De modo que, en tiempos de crisis ya sabemos quien va a cargar con sus consecuencias: los de siempre, la mayoría trabajadora; sin olvidar a los cientos de miles de inmigrantes explotados en muchos casos como esclavos, a los que la derecha de siempre, quiere convertir en chivos expiatorios.

En política internacional, las esperanzas suscitadas en su día por la retirada de tropas de Irak, se van frustrando: lejos de acabar con la implicación de nuestro país en las aventuras militares de las potencias imperialistas, se mantiene un importante contingente militar en Afganistán y sigue en pie la participación en una OTAN cada día más agresiva; las bases extranjeras en nuestro suelo, han sido utilizadas reiteradamente para agredir a otros pueblos, etc. Por otra parte, se sigue sin cumplir los compromisos adquiridos con el pueblo saharaui al que se ha abandonado en su esfuerzo por lograr el derecho de autodeterminación.

En el orden interno, nada queda de la esperanza de alcanzar una solución política negociada al llamado conflicto vasco. La nefasta ruptura de la tregua por parte de ETA, ha dado un pretexto a los representantes del nacionalismo español reaccionario, para regresar a su lenguaje de confrontación y a las tesis represivas, impulsadas fundamentalmente por el PP. Una vez más queda claro, también en este aspecto que únicamente en un marco republicano y popular puede plantearse la solución democrática a los diversos contenciosos derivados del carácter plurinacional del estado español.

La derecha, con el apoyo de la jerarquía católica (subvencionada anualmente con mas de 5000 millones de euros de las arcas públicas) y de los sectores más reaccionarios de la judicatura, y de las instituciones del régimen, mantiene una insoportable presión política que amenaza con provocar un retroceso importante en los ya limitados derechos democráticos. Independientemente de los gobiernos de turno cada vez más se recurre a la represión política en aquellos temas en los que las clases dominantes encuentran dificultades para imponer su visión (la condena a los caricaturistas de la revista “El Jueves” resulta ejemplificador de lo antes dicho). Lo anterior ayuda a envalentonarse también a los grupos fascistas, que cada vez agreden con más saña e impunidad a cualquiera que cuestione sus planteamientos racistas y xenófobos, siendo el asesinato en Madrid del joven Carlos Palomino una clara evidencia de ello.

La sin razón y el oscurantismo avanzan en la cultura, impulsados por unos medios de comunicación cuya actividad ha sobrepasado desde hace tiempo los límites de la decencia ; etc. Así, en una continua cesión política, se va dejando el campo libre a la reacción, arropada por un régimen monárquico, impuesto por el franquismo y continuador de él. En esa línea el parlamento estatal no ha sido capaz de aprobar aún una Ley de Memoria histórica que reconozca el ejemplo de lucha de quienes defendieron la legalidad republicana contra el fascismo, anule los juicios farsa del régimen criminal y denuncie la responsabilidad criminal de los asesinos de miles de antifascistas. En su lugar la ley aprobada supone pocos avances, entre otras cosa por mantener una inaceptable equidistancia entre victimas y verdugos.

Treinta y dos años después de la muerte en la cama del asesino Franco, siguen impunes los crímenes de su régimen. Los crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen franquista deben recibir el mismo tratamiento que los cometidos por el Nazismo y el Fascismo, siendo de aplicación la legislación emanada de los juicios de Nuremberg. Exigimos la anulación de todos los actos jurídicos del franquismo, incluidos todos los procedimientos sumariales (militares y civiles) y administrativos (depuraciones e incautaciones de bienes) instruidos por el régimen anterior con los/as opositores políticos. Pero la impunidad no se sustenta sólo en cuestiones jurídicas. Nuestras calles están aún llenas de monumentos y símbolos que hacen apología del Franquismo, lo cual por ser expresión de reconocimiento de un régimen ilegal y dictatorial es también una puerta abierta para que los criminales futuros no sean condenados ni siquiera por la historia. En coherencia con lo anterior los convocantes compartimos los criterios de los diversos documentos elaborados por el Equipo Nizkor y Amnistía Internacional sobre este asunto, exigiendo una verdadera Ley Integral de Memoria Histórica, que incluyendo dichos criterios, sustituya en su totalidad a la actual, mediante un proceso de negociación con las victimas del Franquismo, en aras de recuperar su dignidad.

Como un ejemplo visible del momento político que vivimos, este es el quinto año que nos manifestándonos en Xixon , para denunciar el carácter antidemocrático de la Monarquía, y por entender que la misma se ha venido a convertir en un corsé de los derechos de la mayoría de las clases populares. Los/as convocantes, y la ciudanía que participamos en este tipo de manifestaciones, nos negamos a rendir pleitesía de vasallos ante un rey impuesto.

Hoy como siempre reivindicamos una ruptura con la monarquía, que supere sus, cada vez mayores, limitaciones democráticas, en aras de abrir un proceso político que pueda sentar las bases democráticas para una política de progreso que permita encarar los graves problemas a los que hacen frente los sectores populares. Aquí estamos quienes representamos la dignidad popular, quienes nos negamos a ser vasallos de un régimen impuesto y apostamos por avanzar unidos hacia la III Republica.

POR LA SOBERANÍA POPULAR


POR UNA POLÍTICA EXTERIOR INDEPENDIENTE Y DE PAZ


POR EL DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS


POR UN ESTADO REPUBLICANO, LAICO Y POPULAR
VIVA LA II
I REPÚBLICA